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CasadeVacas

Teatro musical – Origen e Historia

12 de August de 2021
qué es teatro musical

El teatro musical está de plena actualidad. No hay más que ver las carteleras de las principales ciudades para poder contemplar varias obras musicales en cartel. Además, algunas se están representando desde hace muchos meses, incluso años.

Pero este tipo de arte escénico no siempre ha sido tal y como lo conocemos hoy en días. A lo largo del tiempo ha sufrido una enorme evolución. Vamos a verlo:

Origen del teatro

Shakespeare vivió hace unos cuatrocientos años, pero el teatro es algo mucho más antiguo. Sus orígenes se pierden en los inicios de la civilización humana.

Los primeros espectáculos fueron muy burdos y sencillos. Bastaba un estrado erigido en medio de un prado, unos hombres vestidos con pieles de cabra y unos instrumentos musicales rudimentarios para que ya pudiera comenzar la representación. Tenían carácter religioso y narraban leyendas de dioses y de héroes.

Tal fue el origen del teatro griego que se desarrolló en maravillosas representaciones por obra de unos grandes autores trágicos como Esquilo, Sófocles y Eurípides. Sus tragedias llenas de dolor y de poesía se ponen en escena todavía hoy impresionando al espectador actual.

Los romanos, a su vez, tenían en gran aprecio a la comedia que en aquel entonces equivalía a obra bufa. Ciertos personajes aparecían en todas las comedias y se disfrazaban siempre del mismo modo, así el público los reconocía en seguida y sabía de quién se trataba.

En la Edad Media floreció el teatro sacro, mientras decaía el clásico. El teatro renacentista redescubrió al clásico, empleando su decoración arquitectónica, pero lo encerró en los salones de la corte de los grandes señores.

Más tarde volvió a difundirse el teatro como espectáculo popular, sobre todo gracias a los “cómicos del arte”, que eran actores profesionales organizados en compañías teatrales viajeras que iniciaron el desarrollo del teatro tal como nosotros lo conocemos.

En ese período nacieron las máscaras: Arlequín, Pantalón, Briguela, Colombina, Polichinela, Capitán Fracasa, Balanzón, Stenterello y otras simpáticas máscaras subieron al escenario entre el 1600 y el 1700 con movimientos y trajes que han quedado como típicos.

Carlos Goldoni escribió muchísimas comedias, en lengua italiana y en veneciano, y en muchas de ellas los personajes son máscaras precisamente. Un teatrito pequeño en el que reencontramos esas máscaras es el de marionetas y títeres. Los primeros son muñecos movidos por hilos, manejados desde arriba. Los títeres son muñecos formados por una cabeza y un cuerpo, que es una especie de guante en el que se mete la mano del titiritero, quien mueve al muñeco desde abajo permaneciendo oculto.

Además del teatro dramático, trágico o cómico existe otro: el teatro lírico que mediante la música cuenta un drama, una tragedia o una historia bufa. En ese tipo de teatro la belleza de la música y del canto son tan importantes como las palabras y el propio argumento.

Historia del teatro musical

Si el teatro nació con la civilización, puede decirse que la música nació con el hombre. Una pintura al fresco de hace más de veinte mil años, en las paredes de una cueva, representa a unos danzantes y no se puede bailar sin música.

En los comienzos de la historia de los antiguos griegos encontramos ciertos instrumentos musicales, que aparecen como invención hecha por los dioses: son la cítara, la lira y la flauta. Los romanos emplearon también el tamborcillo, el cuerno e incluso una especie de órgano.

Con el progreso de la civilización, también la música siguió avanzando: los instrumentos se multiplicaron y perfeccionaron, los gustos se refinaron y los compositores buscaron nuevos modos de expresar con el sonido y el canto los sentimientos del espíritu.

El siglo XIX es conocido como el “siglo de oro” de la música. De esa época son los grandes compositores de obras líricas entre ellos Verdi y Rossini cuyas obras aún se representan en la actualidad.

Existe otra clase de música que ha tenido también sus grandes artistas entre los siglos XVIII y XIX: es la música sinfónica. Se ejecuta únicamente mediante instrumentos, sin canto y sin acción escénica, en un teatro especial : la sala de conciertos o auditorium.

Una orquesta está formada por instrumentos de cuerda; algunos de los cuales se tañen mediante un arco (violín, contrabajo), otros punteando cuerdas (arpa, guitarra); instrumentos de viento, de los que unos son de madera (flauta, oboe, clarinete) y otros de bronce (trompeta, trombón, saxofón).

Pero ¿qué clase de instrumento es el piano? Quienes sólo piensan en los dedos del pianista que pulsan las teclas dicen que de percusión, pero en realidad es de cuerda porque a cada tecla corresponde un martillito que golpea una cuerda y ésta, al vibrar, produce el sonido.

En la actualidad resulta mucho más fácil, que en años atrás, el poder oír música de toda clase, ya que llega cómodamente hasta nuestro hogar a través de la radio, la televisión y los discos modernos, medios que nos ofrecen la posibilidad de elegir la música que nos agrade sea lírica o sinfónica, vocal o instrumental, clásica o moderna e incluso la canción melódica que es una expresión más de la forma de ser de nuestra época.

El vestíbulo, amplio y elegante ya invita a entrar y una vez en su interior se encuentra una gran sala ocupada por muchas filas de butacas, encaradas todas hacia una parte más elevada, el escenario, oculto por el telón cuando no hay función.

Frente al escenario y, en ocasiones, sobre los lados, a un nivel más elevado que la platea, también hay otros asientos, son palcos, pisos y en la parte más alta la galería, llamada popularmente gallinero.

Un timbre anuncia el comienzo del espectáculo. Para no estorbar nadie debe entrar tarde. Las luces se van atenuando hasta apagarse por completo. Se alza el telón. Sobre el escenario el técnico en escenografía ha dispuesto ciertos elementos que dan una idea del lugar en que se desarrolla la acción: un telón de fondo con una escena pintada en él, bastidores laterales, mobiliario y motivos decorativos. Un acertado juego de luces con reflectores hace destacar los detalles más importantes. Los actores, para actuar, disponen del escenario.

Actores, escenógrafo, electricistas y tramoyistas obedecen todos al director de escena.

Esta descripción corresponde al tipo de teatro rico en detalles que se impuso en el siglo XIX en el que se pretendía que el espectador tuviese la impresión de asistir a un suceso auténtico.

En las nuevas corrientes teatrales de hoy, los actores se mueven frecuentemente en un escenario sencillo y actúan incluso fuera del mismo para tener una comunicación más inmediata con el público.

Los actores se hallan ya en escena y el espectáculo va a empezar. ¿Qué se representa? Un drama. Vamos a comentar pues el teatro dramático. Los dramas humanos, sean grandes o pequeños, desde una guerra entre dos naciones a una disputa familiar, han atraído siempre a los espectadores.

El mayor autor de tragedias de todos los tiempos ha sido el inglés William Shakespeare. Narró historias de reyes, de príncipes, de jefes guerreros amenazados por conjuras o bien historias de enamorados, víctimas del odio y de la desventura.

Los teatros ingleses de aquella época, conocidos por teatros isabelinos, del nombre de la famosa reina Isabel I, estaban al aire libre y constaban sencillamente de un balcón extendido hacia el centro de una plazoleta o de un patio y a su alrededor se situaban los espectadores.

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